La invitación fue hecha por el representante mexicano permanente ante la ONU y otros organismos internacionales con sede en Ginebra, Jorge Lomónaco, quien el mes pasado se enfrascó en una amarga controversia con el relator especial de la ONU sobre tortura, al rechazar un severo informe sobre México.
Lomónaco acudió este mismo jueves a un encuentro en Ginebra a entregar una carta oficial del gobierno mexicano de invitación para visitar el país, firmada por el secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, informó la oficina del Alto Comisionado.
El alto cargo de la ONU "agradeció al embajador Lomónaco por dicha invitación; las fechas y los detalles de la visita serán definidos próximamente en Ginebra y México", puntualiza el anuncio del organismo mundial.
El pasado 5 de marzo, Zeid Ra'ad Al Hussein presentó un informe ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en el cual describe la situación de violencia y de violación de los derechos fundamentales en 38 países, entre ellos los dos países latinoamericanos, México y Venezuela.
México y Venezuela son los dos principales países latinoamericanos que padecen violencia y violaciones a los DDHH, dijo el responsable del organismo global.
México es "un cruel ejemplo de cómo la violencia criminal puede amenazar ganancias democráticas logradas con esfuerzo", dijo Zeid; y lamentó "los vínculos con el crimen organizado, las fuerzas de seguridad y las autoridades locales y centrales" en México y algunos vecinos de Centroamérica.
En la otra polémica, el relator especial de las Naciones Unidas sobre tortura, penas crueles, inhumanas o degradantes, el argentino Juan E. Méndez en marzo pasado rechazó los comentarios del subsecretario para asuntos multilaterales y DDHH de la Cancillería de México, Jorge Lomónaco, que "constituyen un ataque personal", dijo en una carta a la cual tuvo acceso Sputnik Nóvosti el pasado 2 de abril.
El alto cargo de la ONU para el combate a la tortura afirma que desde mediados de 1980 ha visitado México, incluyendo giras como relator de la Comisión Interamericana de DDHH, y "jamás vi mi integridad ni mi ética cuestionadas, hasta ahora", indicaba la carta de cinco páginas.
La controversia comenzó cuando el gobierno de México rechazó el 13 de marzo el informe del organismo de la ONU, presentado días antes, por establecer que la tortura en México es "generalizada", un adjetivo que la parte mexicana consideró "insostenible".
Sin embargo, Méndez afirmaba en su misiva que expresó esa evaluación al Gobierno desde hace un año y que "con mucho pesar" arribó a esa conclusión, la cual sostuvo.
México afirma que las acciones del responsable de la ONU violaron el Código de Conducta, por la falta de equilibrio que no consideraron los avances gubernamentales.
Para terminar de agravar la disputa, México emitió un documento tras el informe de Méndez, dirigido a Joachim Rücker, presidente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU para denunciar que el relator contravino el Código de Ética de la ONU por haber realizado múltiples declaraciones públicas, muchas de las cuales se hicieron a los medios de comunicación, tratando de justificar la terminología utilizada en el informe.
El tema sigue al tope de la agenda del país latinoamericano, a raíz de masacres como la estudiantes de la escuela rural de maestros de Ayotzinapa, y la víspera, dos comisiones del Senado de México acordaron enviar una minuta al pleno de la Cámara Alta para emprender una reforma de la Constitución para permitir al Congreso federal expedir una ley general sobre derechos de las víctimas de desaparición forzada y torturas.
