La juez federal de Brasilia Adverci Rates Mendes de Abreu respondió positivamente a la solicitación de la Fiscalía general al considerar que el ciudadano italiano está en situación irregular.
La legislación brasileña, defiende el Ministerio Público, no permite conceder un visado de trabajo a un extranjero condenado en otro país, tal y como hizo Lula en 2010. La decisión aún no ha sido publicada y está sujeta a peticiones de recursos.
Battisti fue condenado en Italia a cadena perpetua por homicidio cuando formaba parte del grupo armado Proletarios Armados por el Comunismo. En 2004, huyó para Brasil y fue preso en 2007. Italia pidió entonces la extradición y, aunque el Supremo Federal estaba de acuerdo, el presidente de la República por entonces, Luiz Inácio Lula da Silva, consideró a Battisti un perseguido político y negó la extradición.
Para la juez, el consejo de inmigración vulneró la ley al conceder la permanencia a Battisti, acusado de dos asesinatos y de ser cómplice de otros dos en Italia. La juez quiso dejar clara la diferencia entre deportación, mediante la cual se envía al extranjero a su país de procedencia por situación irregular, y extradición, determinada para permitir el cumplimiento de una pena, que es lo que en su día solicitó Italia.