Así lo hizo en su discurso al inicio del acto de presentación, este martes en Brasília, de los 117 nuevos generales de las Fuerzas Armadas de Brasil en sus tres cuerpos: Ejército, Marina y Aeronáutico.
Durante su breve discurso de apenas dos minutos, Rousseff destacó el "destacado papel" que los nuevos mandos de las Fuerzas Armadas tendrán en "la construcción de un Brasil más seguro, fuerte, justo y democrático", además recalcó que gracias a la nueva estrategia nacional de defensa "Brasil está en el camino correcto para proteger su soberanía".
Entre los invitados al acto de presentación destacaron el ministro de Defensa, Celso Amorim, y de los comandantes de Marina, Júlio Soares de Moura Neto, del Ejército, Enzo Peri, y de Aeronáutica, Juniti Saito.
De esta manera, Rousseff acaba con los rumores que insinuaban que los altos cargos de las Fuerzas Armadas se encontraban profundamente molestos con la actitud de la presidenta que llegó incluso a llorar cuando el pasado miércoles la Comisión Nacional de la Verdad le entregó la lista con los 377 nombres de los militares acusados por violar los derechos humanos.
Cabe recordar que en su juventud la presidenta Rousseff formó parte del grupo guerrillero de orientación comunista, Comando de Liberación Nacional (COLINA), y que tras ser capturada en 1970 un tribunal militar la condenó a tres años de prisión, periodo en el que fue sometida a tortura por parte de los militares.