Aproximadamente dos terceras partes de los padres que intentaron ingresar a Estados Unidos ya han sido deportados a sus países de origen, por lo cual podría haber miles de familias que no han sido reunidas desde 2017, cuando el Gobierno de Donald Trump puso en marcha la política de "tolerancia cero" contra la migración ilegal a su país.
"Incluso antes del COVID ya era bastante difícil encontrar a estas familias. Pero no nos detendremos hasta que encontremos a todas. Algunos de estos niños han estado separados durante años y eran bebés en ese momento", comentó el abogado de ACLU, Lee Gelernt, a CNN.
La política de "tolerancia cero" fue anunciada por primera vez en abril de 2018, aunque posteriormente se reveló que se había comenzado a separar familias un año antes, como parte de un programa piloto secreto. Entonces se divulgaron imágenes de niños durmiendo en jaulas y llorando por la ausencia de sus padres, lo que provocó críticas a nivel internacional.
Alrededor de 1.000 padres de familia fueron separados de sus hijos debido a esa política, según NBC. Sin embargo, varios de ellos ya habían sido deportados cuando se ordenó la reunificación de las familias.
El Departamento de Seguridad Interior de Washington afirmó que ha podido contactar con los padres de más de 550 menores, al tiempo que esperan a que otros 25 menores regresen a Estados Unidos para reunirse con sus papás.
A pesar de ser contactadas por las autoridades estadounidenses, algunas familias han rechazado la propuesta de reunión, por lo que han autorizado que los niños se queden en la Unión Americana bajo el cuidado de otros familiares o tutores, debido al "miedo de lo que les podría ocurrir a sus hijos si vuelven" a su país de origen.
