En promedio, el precio del maíz ha caído 16,68%, mientras que el trigo ha descendido 10,83%; a su vez, el valor de la soya ha bajado 3,71%, este último debido al conflicto comercial entre China y Estados Unidos. Hasta el 13 de agosto, el saco de 25 kilos de maíz se vende en 3,25 dólares, el del trigo tiene un costo de 4,95 dólares, mientras que el de soya se encuentra en 9,08 dólares.
Diversos analistas han destacado cuatro razones por las cuales estos granos han visto caer su precio.
En segundo término, destaca el exceso de producción de la Unión Americana, que este año logró el récord de 37 millones de hectáreas cosechadas de maíz.
En tercer lugar se menciona la pandemia del COVID-19, que ha provocado el cese de varias actividades productivas, las cuales han afectado la economía mundial y, por ende, el precio de los granos.
Por último, también se relaciona la guerra petrolera comenzada por Arabia Saudí, ya que la tercera parte del maíz cosechado en Estados Unidos se destina a la producción de etanol. La caída en los precios del crudo impacta indirectamente al negocio de este combustible, pues también ha visto reducido su consumo.
Ese día, los futuros de maíz en la Bolsa de Chicago registraron un alza de 3,75 centavos a 3,2725 dólares por bushel (el saco de 25 kilos de grano). A su vez, los futuros de la soja subieron 9,25 centavos, cerrando la jornada en 8,83 dólares por bushel.
Sin embargo, varios analistas prevén que estas condiciones llevarán a primas altas en los mercados, ya que estarán sobre abastecidos de granos, además de que la incertidumbre relacionada con la pandemia puede complicar el panorama económico en los próximos meses.