Más de 5.800 estadounidenses renunciaron a su ciudadanía en los primeros seis meses de 2020, en comparación con los 2.072 estadounidenses que lo habían hecho en todo 2019, indica la nueva investigación de Bambridge Accountants, una empresa especializada en impuestos de expatriados.
"Se trata principalmente de personas que ya han abandonado EEUU y que acaban de decidir que ya están hartas de todo", explicó a CNN Alistair Bambridge, socio de Bambridge Accountants.
Según el informe, la causa de las renuncias es el descontento con las políticas del presidente Donald Trump y los impuestos.
"La actual pandemia ha dado a los individuos el tiempo necesario para revisar sus vínculos con EEUU y decidir que el actual clima político y la declaración anual de impuestos es demasiado para soportar", señaló Bambridge Accountants en el informe.
Los ciudadanos estadounidenses que viven en el extranjero todavía tienen que presentar declaraciones de impuestos cada año, informar de sus cuentas bancarias en el extranjero, las inversiones y las pensiones, explicó.
Los estadounidenses que quieran renunciar a su ciudadanía deben pagar una cuota de 2.350 dólares. Los que están en el extranjero deben hacerlo en persona en la Embajada de EEUU en su país, según las leyes.
Además, Bambridge Accountants predice que la tendencia solo seguirá subiendo.
"Mucha gente espera las elecciones de noviembre para ver qué va a pasar", afirmó. "Si el presidente Trump es reelegido, creemos que habrá otra oleada de personas que decidirá renunciar a su ciudadanía", pronosticó.
Hoy en día se estima que hay unos nueve millones de expatriados estadounidenses. Según las normas del Servicio de Impuestos Internos, cada tres meses, el Gobierno de EEUU publica los nombres de todos los estadounidenses que renuncian a su ciudadanía. En los primeros seis meses de 2020 en la lista hubo 5.816 nombres.
