Yellowstone es mundialmente conocido por ser el parque nacional más antiguo del mundo. Sin embargo, quizá a partir de ahora algunos se lo piensen dos veces antes de ir allí de visita. ¿El motivo? Su caldera del mismo nombre, que lleva sin entrar en erupción más de 600.000 años, pero que está muy viva.
"Yellowstone volverá a entrar en erupción, pero no se sabe cuándo ni a qué escala ocurrirá. Los volcanes no entran en erupción en base a un calendario o algo similar, y la próxima gran erupción podría producirse dentro de mucho tiempo", ha declarado el vulcanólogo de la Universidad de Leicester Michael Branney.
Todo dependería del tamaño de la erupción, según el experto ha informado a Mirror Online, pero "el área ocupada por Yellowstone, y también la circundante al parque, quedarían sepultadas por ceniza caliente proveniente de los flujos piroclásticos – una mezcla de gases resultante de la erupción que puede ser letal –, lo cual causaría la destrucción de la biota de toda la región".
La escala de la tragedia sería muy sorprendente, ya que quedaría cubierta de ceniza toda la región del "centro y este de EEUU, llegando hasta el noroeste del Océano Atlántico. Por lo cual, acabaría cubriéndolo y afectando así las cosechas y pueblos; paralizando el tráfico por tierra y aire. Además, este polvo sería nocivo al respirar y causaría inundaciones al atascar los sistemas de desagüe".
Si bien "la biota tiende a recuperarse naturalmente", ha alertado el experto, "las poblaciones humanas y las infraestructuras se verían enormemente afectadas". No obstante, hay motivos para estar tranquilos:
"En caso de que se produjera una explosión en Yellowstone, probablemente habría algún aviso antes, porque la actividad precursora (deformaciones del suelo, terremotos, liberación de gas, etc.) tiende a intensificarse antes de una erupción magmática grande", ha explicado Branney.