"Se espera que el crecimiento se acelere moderadamente en el corto plazo, llegando a 0,4% en 2019, a medida que las políticas macroeconómicas se vuelvan menos contractivas", indica el documento final, resultado de una revisión que hizo una delegación de funcionarios del FMI en este país, del 19 a 30 de septiembre.
La previsión es resultado de la Consulta del Artículo IV de la carta del FMI sobre la segunda economía latinoamericana.
A pesar de que la economía mexicana ha seguido mostrando "resistencia" en un entorno complejo, el FMI advierte que "el crecimiento se ha estancado en medio de una elevada incertidumbre política, condiciones monetarias ajustadas y una baja ejecución del presupuesto".
El compromiso de las autoridades mexicanas con la "prudencia fiscal" controlando el gasto público con políticas de austeridad "es fuerte", según el informe.
La prudencia de la política fiscal se revela en que las autoridades mexicanas "se adhirieron a su objetivo de déficit fiscal del 2,5% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2018, pero se prevé que no alcancen el mismo objetivo en 2019, debido a un débil rendimiento de los ingresos".
Los objetivos actuales a mediano plazo de las autoridades mantendrían la deuda en general mexicana "estable, en alrededor del 55% del PIB", añade el documento del FMI.
La política monetaria ha comenzado a flexibilizarse, en el contexto de una "brecha de producción negativa cada vez mayor" y una disminución de la inflación.
En ese marco, el banco central mexicano redujo la tasa de política en dos pasos de 25 puntos básicos en agosto y septiembre a 7,75%.
En suma, la posición externa de México sigue siendo "ampliamente coherente con los fundamentos de mediano plazo y las políticas deseables", estima el informe.
El tipo de cambio flexible juega un papel clave para ayudar a la economía a "adaptarse a las crisis", termina el resumen del informe.
El peso cerró la sesión del martes 5 con una depreciación moderada de 0,12% al bajar 2,4 centavos, cotizando alrededor de 19,20 pesos por dólar.