"No solo es motivo de horror el número de víctimas, sino el estado en que se encontraron, la saña, crueldad e inhumanidad ejercidas probablemente para asesinarlas y destruir sus cuerpos no se debe pasar por alto", dijo el Comité Universitario para Personas Desaparecidas de la Universidad de Guadalajara.
El hallazgo de la fosa clandestina ocurrió en un pozo de agua de un predio de cuatro hectáreas, cerca del poblado Bosques de la Primavera en el municipio de Zapopan, conurbado de Guadalajara, capital de Jalisco y segunda ciudad del país.
"No existe evidencia de que se haya superado la crisis institucional, la que se agrava con la fosa de Bosque de la Primavera", dice el comité universitario en un posicionamiento escrito.
Esa instancia del centro de estudios superiores exige a las autoridades de distintos niveles de gobierno "hacer una autocrítica seria sobre su trabajo", debido al silencio e impunidad que rodea el caso, que comenzó a investigarse el 3 de septiembre; el conteo de cuerpos recién terminó el 14 de septiembre.
Ese estado del centro-occidente del país ha sido asolado en años recientes por Cartel Jalisco Nueva Generación conocido por sus siglas CJNG, uno de los más violentos en la historia del crimen organizado del país, que ha desplazado al que fue la mayor organización criminal el Cartel de Sinaloa.
La fosa de Bosques de la Primavera "pone en entredicho la eficacia de las estrategias de seguridad seguidas hasta ahora, y en particular las acciones de prevención y combate a la desaparición forzada y a la cometida por particulares", denunciaron los universitarios.
Aparte de culpar al crimen organizado, las autoridades deben de ofrecer "una explicación o profundidad forense respecto a estos cuerpos", puntualizó el comité.
Esa fosa clandestina fue encontrada a un kilómetro de un cuartel de la Policía Federal, y podría convertirse en la más grande jamás hallada en Jalisco, mayor que dos tumbas localizadas en 2013 en el municipio de La Barca, con 67 cuerpos en su interior.
El complejo trabajo forense obliga a los peritos a revisar hueso por hueso y otras pruebas para determinar si pertenecen a la misma osamenta.
El 30 de agosto pasado, por primera vez el Estado mexicano reveló la existencia de 3.024 fosas clandestinas con unos 4.874 cuerpos, acumulados desde 2006 a la fecha.
Desde el comienzo de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador el 1 diciembre de 2018 al 14 de agosto pasado han sido halladas 522 fosas en todo el país.
