"Promovía una escalada de tensiones no solo en Siria e Irán, sino también en las relaciones con Rusia y China, por eso tanto [el presidente de EEUU, Donald] Trump, como el 'profundo' Estado entienden que EEUU no puede permitir librar una guerra en el mismo nivel que Irán, Moscú o Pekín", comentó el experto.
En su opinión, con la destitución de Bolton Trump dio a entender a Rusia y China que está dispuesto a alcanzar la comprensión mutua.
En lo que se refiere a las relaciones con Teherán, el experto explicó que "el plan inicial de Bolton no fue realizado y EEUU no se involucró en un enfrentamiento directo con Irán, tampoco Washington declaró una guerra a Teherán".
El experto emiratí Shadi Abdel Wahhab compartió la visión de Al Derzi al señalar que "Bolton, manteniendo una postura extremista, no tuvo en cuenta que la administración de Trump se forma principalmente por los pragmáticos que no quieren involucrarse en guerras adicionales y sufragar los gastos suplementarios".
En este contexto añadió que Washington continuará reduciendo la influencia de Teherán en la región, en particular, en Siria, y con este fin seguirá presionando a Moscú y Damasco.
Trump anunció el 10 de septiembre a través de mensajes publicados en Twitter que había requerido la renuncia de Bolton, porque sus servicios ya no eran necesarios para la Casa Blanca, y nombró a Charlie Kupperman como asesor de Seguridad Nacional interino.