"El plan de negocios no trae nada nuevo, el gobierno federal reducirá la tasa impositiva del derecho petrolero principal que recauda de Pemex", comenta la matriz del tercer banco del país, después de BBVA-Bancomer y Santander.
La decisión del Gobierno de apoyar a Pemex en los próximos tres años "agregará presiones a las finanzas públicas en un contexto ya difícil", anticipa el banco.
Además, el contenido del plan habría aumentado la posibilidad de que Pemex "pierda su grado de inversión", por parte de las agencias calificadoras del riesgo financiero, puntualiza Citigroup, cuya filial mexicana es Citibanamex.
La presentación refuerza la opinión de que las agencias calificadoras de riesgo bajarán en el futuro próximo la nota crediticia de Pemex, dice el análisis del banco estadounidense.
Pocas horas después del anuncio hecho por el presidente Andrés Manuel López Obrador y el titular de Pemex, Romero Oropeza, Citigroup dijo que la estrategia no resuelve los principales problemas estructurales de la principal firma estatal mexicana.
El Gobierno "no entendió la naturaleza ni la importancia de la fragilidad de Pemex", dice el documento enviado a los mercados financieros.
El plan contempla bajar la tasa impositiva del 65% actual al 58% en 2020, y reducirla más a 54% en 2021.
Esto le dará a Pemex unos 2.370 millones de dólares en 2020 y otros 4.370 millones de dólares en 2021.
Esa cantidad total de ahorro en las obligaciones fiscales de Pemex "es significativamente menos en comparación con lo que hemos dicho que es necesario", afirmó la matriz estadounidense del banco.
En cuanto a las inyecciones de capital federal, en total, para el periodo 2020-2022 la inyección financiera sería de unos 7.450 millones de dólares, que resulta pobre comparado con las estimaciones de Citigroup de 30.000 a 45.000 millones en el trienio.
Los analistas financieros consideran que la cantidad que la petrolera necesita es de "de 10.000 a 15.000 millones de dólares por año".
Según el grupo financiero, el plan de negocios busca regresar a las condiciones anteriores a la Reforma Energética de 2013 que pretendía acabar con el monopolio estatal en la industria
La participación de las empresas privadas y extranjeras volverá a limitarse a contratos de servicios.
A partir de una producción estabilizada desde abril pasado en 1,68 millones de barriles al día, el plan reitera la meta de aumentar la extracción a 2,7 millones de toneles diarios en 2024, al final del mandato de López Obrador.
López Obrador dijo que el objetivo del plan es "limpiar a Pemex que es una de las petroleras más corruptas del mundo, al grado de que está prófugo uno de los directores de la empresa".
Esa declaración aludió a Emilio Lozoya, quien dirigió la firma en los primeros años (2012-2016) de la administración anterior de Enrique Peña Nieto y es acusado de recibir sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.
