El desfile, en el que participaron tanques, aviones de combate y un bombardero furtivo, ha tenido lugar tanto entre apoyo como protestas.
Una multitud escuchó al presidente rendir homenaje a los militares estadounidenses en los terrenos del Lincoln Memorial, pero no todos estaban contentos, algunos se quejaron de que se colocara al presidente en el centro de atención en un día tradicionalmente dedicado a la unidad.
El discurso
En su discurso, el mandatario describió la trayectoria de Estados Unidos como "el mayor viaje político de la historia de la humanidad". Trump llamó a los estadounidenses a "mantenerse fieles a nuestra causa".
El líder estadounidense dedicó la mayor parte de su discurso a la historia de Estados Unidos, especialmente a la historia militar, los derechos civiles y el patriotismo.
"Este espíritu [estadounidense], la audacia y el desafío, la excelencia y la aventura, el coraje y la confianza, la lealtad y el amor que convirtieron a este país en la nación más excepcional en la historia del mundo y nuestra nación es más fuerte hoy que nunca", señaló Trump.
"Muy pronto, plantaremos la bandera estadounidense en Marte", prometió el presidente, aunque en realidad es una meta lejana, si es que se logra.
Protestas contra Trump y EEUU
Mientras tanto, la organización antibélica 'Codepink' puso cerca del monumento a George Washington un globo de seis metros de alto representando a Trump como un niño gigante para protestar contra lo que los activistas consideraban su intrusión en el Día de la Independencia y el enfoque en el poder militar.
"Creemos que [el Día de Independencia] lo está girando sobre él mismo y que es realmente un mitin de campaña electoral. Creemos que es un bebé grande... Es errático, es propenso a las rabietas, no entiende las consecuencias de sus acciones. Y este es un gran símbolo de lo que sentimos por nuestro presidente", señaló Medea Benjamin, codirectora de la organización.
Tres activistas del Partido Comunista Revolucionario fueron detenidos en Washington, cerca de la Casa Blanca, por quemar la bandera estadounidense.
EEUU saca músculo militar
Trump ha anhelado una exhibición pública de la destreza militar de Estados Unidos desde que vio una procesión de dos horas de duración de tanques militares franceses y aviones de combate en París el Día de la Bastilla en julio de 2017.
El Día de la Independencia siempre se ha celebrado en la capital estadounidense con un desfile a lo largo de la avenida de Constitución, un concierto en el césped del Capitolio con música de la Orquesta Sinfónica Nacional y fuegos artificiales.
Trump alteró la tradición con su discurso acercando también los fuegos artificiales al Monumento a Lincoln e invocando a los tanques y aviones de guerra.
Miles de participantes vieron, en particular, el bombardero pesado B-2 Spirit, los cazas F-22 Raptor, F/A-18E/F Super Hornet y F-35 Lightning, así como los helicópteros AH-64 Apache y al equipo acrobático de élite Ángeles azules (Blue Angels) de la Marina de EEUU.
Dos vehículos de combate de infantería M2 Bradley, transportados a la capital estadounidense en vísperas del evento, también participaron en el desfile.
Trump se equivoca
Al hablar sobre el poder militar del país, Trump calificó de "absolutamente nuevo" el avión de combate que fue retirado de la producción hace ocho años.
"Durante más de 65 años, ni una sola fuerza aérea enemiga pudo matar a un solo soldado estadounidense porque el cielo pertenece a Estados Unidos", aseguró Trump en su discurso.
"La Fuerza Aérea de Estados Unidos que están a punto de ver está representada por el nuevo y extraordinario F-22 Raptor de la base de Langley en Virginia y el impresionante bombardero B-2 de la base Whiteman en Misuri", agregó el presidente.
Después de sus palabras, los aviones volaron sobre las cabezas de la multitud entre gritos de aprobación.
El F-22 fue el primer caza de quinta generación que se lanzó entre 1997 y 2011. La máquina no cumplía plenamente los requisitos necesarios, por lo que se decidió retirarla de la producción e iniciar la producción del caza F-35.