El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS, por sus siglas en inglés) examinó varios posibles escenarios de confrontación entre Rusia y la Alianza del Norte —incluido Canadá— sin el apoyo de Estados Unidos, escribe The National Interest (NI).
En particular, son considerados escenarios de un supuesto ataque ruso a uno de los países de la alianza. En uno de ellos, Rusia "ocupa" Lituania y parte del territorio de Polonia, lo que obliga a la OTAN a poner en práctica el quinto artículo del tratado del bloque, lo cual prevé una reacción colectiva en respuesta a un ataque contra uno de sus miembros.
"Ninguna de estas estructuras sería suficiente para crear una fuerza del tamaño requerido en este escenario", apunta el estudio estratégico.
De acuerdo con el medio estadounidense, para enfrentarse a las fuerzas rusas, las cuales cuentan con una gran cantidad de tanques, la NRF de la OTAN tendría que estar compuesta por brigadas pesadas con tanques modernos y vehículos de combate de infantería. Para lograr una relación de fuerza suficiente para derrotar a los rusos, se necesitarían cuatro cuerpos de ejército, según NI.
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Sin embargo, en el escenario del conflicto báltico, sin las tropas de EEUU y suponiendo que el Ejército polaco ya haya sufrido grandes pérdidas, los miembros restantes de la OTAN y Canadá solo tendrían a su disposición alrededor de 20 brigadas —de entre 1.000 y 5.500 soldados cada una— que cumplirían estos criterios, estima el estudio del IISS.
Además, la fuerza terrestre de la Alianza del Norte necesitaría cobertura contra los ataques aéreos rusos, mientras el enorme arsenal de misiles balísticos y de crucero de Moscú estaría golpeando las bases aéreas y de suministro del bloque. Por vía marina, las Armadas de la OTAN tendrían dificultades para operar en los espacios confinados y llenos de misiles de los mares Báltico, Negro y Mediterráneo.
El medio enfatiza que Estados Unidos es un miembro clave de la OTAN y, sin la ayuda de Washington, Europa no podría "confrontar" a Rusia, si fuera necesario. Si el país norteamericano algún día decide retirarse de la Alianza del Norte, el bloque tendría dificultad en sustituirlo en diversas áreas.
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A finales de mayo, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, consideró un síntoma alarmante la creciente actividad de la OTAN junto a las fronteras de Rusia y llamó a los socios occidentales a respetar los principios de una seguridad igualitaria e indivisible, así como a cumplir los compromisos contraídos para garantizar esa seguridad.
A mediados de febrero de 2019, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, en su mensaje anual a la Asamblea Federal (el Parlamento ruso) declaró que Rusia se verá obligada a considerar "medidas recíprocas y no recíprocas" en respuesta al emplazamiento de misiles estadounidenses de alcance corto y medio en Europa. A la vez, el mandatario subrayó que Rusia no será el primer país que emplace esos misiles en el territorio de Europa.