"Matar intencionalmente a otra persona está mal, y como gobernador no voy a supervisar la ejecución de nadie. Nuestro sistema de pena de muerte ha sido, por donde se lo mire, un fracaso", aseguró Newsom en el texto.
De acuerdo a esta misma organización, hay un total de 2.738 personas en todo EEUU que esperan a ser ejecutadas.
La decisión del gobernador de California incluye el levantamiento de los protocolos para la inyección letal y "el cierre inmediato" de la cámara de ejecución de la prisión estatal de San Quintín.
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El comunicado aclara que si bien la orden ejecutiva abarca a las 737 personas que hasta el miércoles aguardaban en el llamado "corredor de la muerte" para ser ejecutadas, esto no incluye la liberación de ningún preso, o la modificación de sentencia alguna.
California es el cuarto estado de EEUU en suspender la pena de muerte por iniciativa de su gobernador; los otros tres son Oregon, Colorado y Pennsylvania.
Con California, suman 24 los estados en los que no se aplica la pena de muerte en EEUU.
Desde 1978 fueron ejecutadas 13 personas en California.