"Se requiere de la inversión pública, privada y extranjera, necesitamos inversión para crecer por lo menos al doble en el sexenio, del 2 al 4%, esa es la meta", dijo el mandatario en un discurso inaugural.
Sin embargo, "el progreso sin justicia suele ser un retroceso", advirtió el mandatario.
"Eso lo que él me planteó, esa es su proyección en sus metas de crecimiento", dijo López Obrador en la reunión a la que asistieron los principales magnates del país como Carlos Slim, además del titular del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón.
También asistieron los líderes de las tres principales televisoras del país, dueños de Televisa, de TV Azteca, y de Grupo Imagen y el periódico y TV Excélsior; Ricardo Salinas Pliego, Miguel Alemán Magnani y Olegario Vázquez Aldir, respectivamente.
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Esos tres multimillonarios integran un Consejo Asesor del presidente, compuesto también por los dueños de Banorte, de una acerera, de una cadena hotelera, de una línea aérea, y de la industria del papel, y en el que no participa Slim.
"Gracias por el apoyo, por el respaldo, vamos a trabajar juntos, vamos a poner siempre por delante el interés general, el interés de la nación. Yo sé que ustedes quieren mucho a México", dijo el mandatario en su discurso.
Por su parte Romo dijo que el objetivo es "fomentar el crecimiento económico del país con la integración de los sectores público, privado y social".
El foro para discusión y análisis se apoyará en comités "involucrados para promover la convergencia del sector público, privado y social, para salir del estancamiento económico que significa crecer a una tasa de apenas 2% anual en más de 30 años", señaló Romo.
Las políticas implementadas promoverán "más y mejores empresas, con libertad, seguridad y legalidad, prestarán atención a las pequeñas y medianas empresas".
La situación mundial está marcada por el proteccionismo de países desarrollados, una guerra comercial (de EEUU con China), tensiones geopolíticas regionales, pero "representa una oportunidad para convertir a México en un paraíso para la inversión y un país competitivo", dijo el responsable de la oficina presidencial.
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Entre los planes fundamentales para atraer inversión en el sureste del país, el presidente mencionó el Tren Maya, con inversiones buscadas por 6.000 millones de dólares, y el proyecto en el istmo de Tehuantepec para conectar al Pacífico con el Atlántico a partir de la modernización de los puertos de Salina Cruz y de Coatzacoalcos, en ambos extremos de la parte más estrecha del territorio mexicano.