"Cuento con la cooperación con el nuevo Gobierno de México en todos los aspectos de nuestras relaciones, incluyendo el estudio de la posibilidad de estimular la creación de puestos de trabajo en la región, también en el sur de México, en interés del Gobierno y el pueblo de México", reza la declaración del alto funcionario.
"No se permitirá el ingreso de las caravanas a EEUU, existe un peligro real para la seguridad y los derechos de los migrantes proveniente de parte de aquellos que quieren sacarles provecho", indicó.
La caravana migrante partió desde Honduras hacia México y EEUU el 13 de octubre con unas 1.500 personas que buscaban asilo y miles más se fueron sumando en el camino.
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La Organización de las Naciones Unidas estimó antes de la llegada a México que la caravana estaba compuesta de unas 7.000 personas.
En ese contexto, el Pentágono desplegó 5.900 soldados en la frontera sur para disuadir a los migrantes de cruzarla.