La mayoría de estas víctimas, 83, corresponden al llamado Camp Fire, el incendio que se desató el 8 de noviembre en el norte del estado, en el condado de Butte.
El sheriff advirtió que los restos de algunos desaparecidos nunca serían recuperados debido a la severidad del fuego.
"Es, con diferencia, el incendio más letal en la historia de California y, lamentablemente, se va a empeorar", cita el canal ABC News a Thom Porter, jefe de planificación estratégica del Departamento local de Protección Forestal y Lucha contra Incendios (Cal Fire).
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El fuego, contenido al 80% hasta la fecha, quemó un área de 620 kilómetros cuadrados, destruyó unas 13.775 viviendas.
El miércoles, unos 3.745 bomberos, ayudados por 8 helicópteros, 308 carros contra incendios y 32 tractores, seguían combatiendo el fuego.