"Hubo un regreso del optimismo relacionado con las negociaciones entre Estados Unidos y Canadá para llegar a un entendimiento comercial", dice el banco en su informe semanal a los participantes en los mercados bursátiles y de divisas al que tuvo acceso Sputnik.
"Aunque no se dieron a conocer más avances, la especulación de que se puede alcanzar un entendimiento comercial durante septiembre permitió que el peso se recuperara", indican los analistas de la institución.
El peso también se benefició de los precios del petróleo, que observaron un incremento durante la semana, "debido a una caída de los inventarios de crudo", en los almacenes de EEUU.
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Asimismo, el avance de la moneda de la segundas economía latinoamericana coincidió con una recuperación para la mayoría de las divisas de economías emergentes.
Esa decisión del banco central turco redujo el nerviosismo de los inversionistas, que "habían comenzado a especular que el Banco Central había perdido su independencia y capacidad para tomar decisiones de política monetaria".
En contraste con la mayoría de las divisas en la canasta de economías emergentes, el peso argentino cerró con una elevada depreciación semanal de 7,65%.
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La moneda del país sudamericano retrocedió debido a que el Fondo Monetario Internacional "podría tardar hasta dos semanas adicionales para otorgar el préstamo solicitado por el gobierno argentino, algo que todavía están evaluando", dice el análisis.
Sin embargo, un último elemento negativo para la monedas de países emergentes es que, al cierre de la semana, el presidente Donald Trump volvió a amenazar con la imposición de aranceles a 200.000 millones de dólares de importaciones chinas y se dice que ordenó su pronta aplicación.
"Por este motivo [la guerra comercial EEUU-China], no desaparece el riesgo de una depreciación del peso", puntualiza el informe del grupo financiero.
El tipo de cambio podría subir rápidamente a 19,00 pesos por dólar, si se intensifica la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo.
