El F-35A fue diseñado para sustituir a otro caza polivalente, el F-16 Viper, en la Fuerza Aérea de EEUU. El ente militar, sin embargo, planea utilizar la aeronave también en lugar del A-10 en tareas de apoyo aéreo cercano (CAS, por sus siglas en inglés), lo que ha generado un sinnúmero de críticas, una vez que los A-10 son aeronaves desarrolladas específicamente para dichas tareas.
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"[El F-35] no fue diseñado para hacer muchas de las cosas tradicionalmente necesarias en un avión de apoyo aéreo cercano: llevar muchas bombas, misiles y cohetes; tener un arma grande y poderosa; poseer la capacidad de volar lento y bajo sobre o cerca del campo de batalla; y permanecer en la estación por largos períodos de tiempo", consideró el portal Popular Mechanics y destacó que son justamente esas las tareas en las cuales el A-10 se destaca, una vez que fue creada específicamente para esos fines.
Las pruebas, llevadas a cabo a principios de julio del año corriente, han sido duramente criticadas y se les ha acusado de favorecer al avión más nuevo.
El Proyecto de Supervisión del Gobierno (POGO, por sus siglas en inglés) —una organización sin ánimo de lucro para vigilar las acciones del Gobierno de EEUU— obtuvo una copia del cronograma de pruebas y habló con personas anónimas cercanas al evento. Según un informe de POGO, el evento ofusca las características de destaque del A-10 mientras oculta las desventajas del F-35.
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"En lugar de decirnos si el F-35 realmente puede proporcionar el tipo de apoyo cercano que nuestras fuerzas terrestres necesitan para sobrevivir y prevalecer, esta prueba groseramente inadecuada ha sido diseñada para inducir a error", subrayó el informe.