La secretaría de Economía de México explicó a sus socios estadounidenses "el estado de la negociación para la modernización del Tlcan, en particular sobre energía, que se lleva a cabo en diferentes grupos de negociación".
El tema energético no fue incluido en el tratado original de 1994, que es renegociado desde hace diez meses, porque la Constitución mexicana impedía inversiones extranjeras en la exploración y extracción petrolera, que fue un monopolio de la estatal de Petróleos mexicanos (Pemex) durante casi ocho décadas, hasta la reforma aprobada en 2013.
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Este capítulo del Consejo Energético tiene el objetivo de "presentar las oportunidades del sector desde una perspectiva regional, que deriva de una nueva postura de México como resultado de la Reforma Energética".
El departamento de Comercio del Gobierno de EEUU indicó que, "con el escenario tan cambiante en Norteamérica, espacios de diálogo como este son esenciales para ayudar a nuestros gobiernos a entender las necesidades del sector privado y cómo podemos trabajar conjuntamente para robustecer la cooperación energética".
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Asimismo, la autoridad estadounidense añadió que incrementar el comercio energético transfronterizo "mejorará la independencia energética de Norteamérica, reducirá la dependencia de las importaciones desde otros continentes y generará mejores condiciones para los consumidores".
Sector privado con esperanzas
A pesar de que las negociaciones del Tlcan están virtualmente paralizadas por la imposición de EEUU de aranceles a las importaciones de aluminio y acero, que fueron respondidas con medidas recíprocas por México y Canadá, la dependencia mexicana señaló que "la participación del sector privado ha sido fundamental para el éxito y sostenibilidad de la reforma energética".
La parte estadounidense señaló que "este Consejo es vital para dar continuidad al diálogo y fortalecer la relación energética entre ambos países".
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El sector privado de ambos países actualizó los temas prioritarios que aborda el Consejo dentro de cinco áreas de trabajo.
La tercera se refiere a "mejorar la seguridad, la confiabilidad y la resistencia de los sistemas de energía" de América del Norte, mientras que la cuarta concierne al financiamiento a proyectos del Banco de Desarrollo de América del Norte (NADB, en inglés).
Finalmente, en quinto lugar, expusieron los proyectos de capacitación para "soldadores y operadores en procesos petroquímicos y de gas".
En efecto, el país latinoamericano sigue siendo uno de los destinos más importantes para los exportadores de "equipos, tecnologías y servicios relacionados con la energía" de EEUU.
El sector energético del país petrolero tiene un déficit en su balanza energética por su dependencia de sus importaciones de gas y gasolinas desde EEUU, a pesar de exportar alrededor de un millón de barriles diarios de crudo.
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El Consejo de Negocios de Energía México–EEUU se reúne dos veces al año y se encontrará de nuevo a finales de 2018 en México, después de las elecciones presidenciales que se celebran en ese país el 1 de julio.
Por el Gobierno de México asistieron la directora de Inversiones de Energía, Nicole David, y el director de Economía para América del Norte de Economía, Salvador Behar, entre otros.
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Por parte del Gobierno de EEUU participaron la subsecretaria de Comercio Internacional, Sarah Kemp; el subsecretario de Energía Ted Garrish; el subsecretario de Comercio Internacional, Gilbert B. Kaplan y negociadores energéticos del Tlcan.
