"Estamos estudiando una visita, si puedo iré", dijo Trump a periodistas en el Salón Oval de la Casa Blanca donde se reunió con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu.
Trump había anunciado en diciembre que su Gobierno reconocería a la disputada ciudad de Jerusalén como capital de Israel y luego ordenó al Departamento de Estado (cancillería) iniciar el proceso de mudanza de la embajada ahora localizada en Tel Aviv.
Netanyahu, por su parte, dijo a los periodistas que esa decisión de Trump "será recordada a través del tiempo por nuestro pueblo".
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En enero, el Departamento de Estado indicó que la nueva embajada se inaugurará en mayo, en coincidencia con el 70 aniversario del Estado de Israel.
De hecho, la nueva postura de Washington respecto de Jerusalén generó una ola de protestas en Medio Oriente y de censura en muchos países del mundo.
El presidente de la ANP, Mahmud Abás, ordenó a sus funcionarios suspender todo contacto con el Gobierno de EEUU luego del anuncio sobre Jerusalén.
Abás se negó desde entonces a reunirse con Trump y con su vicepresidente Mike Pence, según reveló el 4 de marzo a la televisión palestina Azzam Ahmad, miembro del comité central de Al Fatah, el partido del presidente de la ANP.