"Pese a la evidencia sustancial de fraude electoral, muchos estados se negaron a suministrar a la Comisión Asesora Presidencial para la Integridad Electoral información básica y relevante para su investigación", dice el texto.
Trump emitió el 11 de mayo la orden ejecutiva para crear la comisión a la que encargó la tarea de producir un informe sobre las vulnerabilidades de los sistemas de votación y de otras prácticas que pudieran conducir al registro fraudulento de votantes o de sufragios.
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El presidente ganó el voto electoral de los estados en la pasada elección presidencial de noviembre de 2016, pero perdió el voto popular por casi 3 millones de sufragios frente a la demócrata Hillary Clinton.
Sin embargo, no hubo pruebas de tales fraudes y el papel de la Comisión fue muy criticado.
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El líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, dijo en agosto del año pasado que la comisión era una "trampa" destinada a marginar a ciertos grupos de votantes y que el presidente debía ponerle fin.