El presidente ordenó enviar asistencia federal para complementar las tareas estatales y locales autorizando a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) a coordinar todos los esfuerzos de ayuda, indicó el texto oficial.
El FEMA aportará los recursos y equipos necesarios para aliviar la emergencia.
El gobernador de California, Jerry Brown, había pedido ayuda estatal a la Casa Blanca luego de declarar el estado de emergencia en los cinco condados y de que nuevos focos se desataran el jueves.
Más de 8.700 bomberos combaten los seis focos activos, que ya han consumido 570 kilómetros cuadrados, destruido 500 edificaciones, en tanto que amenazan otras 25.660, de acuerdo al último reporte del Departamento de Protección contra los Incendios en California (CAL FIRE, por sus siglas en inglés).
El Departamento de Emergencia de Los Ángeles autorizó a algunos residentes a volver a sus hogares en el Valle de San Fernando y Bel-Air, zonas donde los incendios comenzaban a ser controlados, pero manteniendo el estado de alerta.
El foco más extendido, llamado Thomas Fire, se desató el lunes en el condado de Ventura, al norte de la ciudad de Los Ángeles, y ha sido contenido en tan sólo un 10 por ciento, con 534 kilómetros cuadrados arrasados.
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De acuerdo a las autoridades, los incendios han matado a 54 caballos en el estado.
California padece una de las peores temporadas de incendios por las condiciones climáticas adversas, con 4.000 kilómetros cuadrados afectados por más de 8.750 incendios.
En octubre, el sector más afectado fue el norte del estado.