"Después de una cuidadosa evaluación, de considerar toda la evidencia presentada y de un análisis cuidadoso de todos los problemas, factores y aspectos de las rutas propuestas para el oleoducto Keystone XL, concluimos que la ruta alternativa principal es acorde al interés público y debe ser aprobada", dijo el presidente de la comisión, Tim Schram.
La decisión fue tomada días después de que el oleoducto original de Keystone sufriera una ruptura y derramara casi 800.000 litros de petróleo en pastizales y campos agrícolas en el vecino estado de Dakota del Sur.
Los grupos ambientalistas y las tribus nativas norteamericanas que se oponen a la construcción del oleoducto esperaban que el derrame convenciera a los funcionarios de que debían rechazar el proyecto.
Jason Cooke, miembro del Comité de Negocios y Reclamaciones de la comunidad de Yankton Sioux, declaró que el ducto causará daños irreparables a los recursos culturales de su tribu.
En marzo, el Departamento de Estado de Estados Unidos emitió un permiso para que TransCanada construyera el oleoducto Keystone XL, de 1.897 kilómetros, inmediatamente después de que el presidente Donald Trump aprobara el acuerdo del proyecto.
El proyecto había sido bloqueado por el expresidente Barack Obama (2009-2017).
La sección a construir es la última de todo el sistema Keystone.