El Pentágono asegura que la nave está destinada a la investigación científica, pero muchos expertos rusos y extranjeros están seguros de que la versión oficial es nada más una fachada para un proyecto que EEUU prefiere mantener en silencio.
Según el columnista de Sputnik Andréi Stanávov, sería lógico suponer que el aparato no tripulado se use solo para aquellos experimentos que por alguna razón no pueden llevarse a cabo en la Estación Espacial Internacional (EEI). Podría haber dos razones para ello: una es la negación a compartir sus planes con los socios de la EEI; otra, el peligro potencial de los experimentos para la tripulación.
Según Ionin, en el interior de la nave puede haber cualquier cosa, hasta armas nucleares. Las armas nucleares necesitan pasar por pruebas en el espacio para saber lo que les pasa en términos de la radiación cósmica. Y una nave no tripulada sería idónea para unos experimentos así.
"Este transbordador tiene una enorme bodega de carga, en la que es posible cargar armas clase espacio-espacio, es decir, sistemas antisatélite, o sistemas espacio-tierra, es decir, armas de ataque y combate que se pueden usar desde el espacio contra objetivos en la superficie de la Tierra", explicó Kozin.
El Jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea de EEUU, David Goldfein, también ha declarado abiertamente que ya no ve el espacio como un espacio pacífico: puede convertirse en un campo de batalla, de ser necesario.
"Es un espacio en el que tenemos que ser capaces de luchar y ganar, manteniendo la superioridad en órbita. Si la guerra va al espacio, debemos estar listos para ello", sostuvo Goldfein.