"Mientras el clima siga cooperando, estoy convencido de que estaremos bien", dijo el jefe del departamento de bomberos de Los Ángeles, Ralph Terrazas, quien también advirtió que el viento podría reavivar el fuego, que destruyó algo más de 2.800 hectáreas durante el fin de semana, según reportó CNN.
Terrazas también añadió que aún queda mucho por hacer y que tanto las excavadoras como el personal siguen trabajando en la limpieza de la zona.
Se trata del peor incendio que ha afectado a esa ciudad desde 1961.
El fuego del pasado viernes se extendió por las montañas Verdugo, una zona natural cercana al norte del centro de Los Ángeles.
El incendio también obligó al gobernador de California, Jerry Brown, a declarar el estado de emergencia en el condado de Los Ángeles.