"Estas medidas se mantendrán así también en el futuro", aseveró durante la conferencia de seguridad anual, al señalar que estas acciones son "proporcionales", son de "carácter defensivo" y se corresponden con el derecho internacional.
En julio de 2016, la OTAN aprobó un incremento sin precedentes de su presencia militar en el este de Europa que incluye el despliegue de cuatro batallones multinacionales, de 600 a 1.000 militares cada uno, en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia en el marco de la política de contención frente a Rusia.
A mediados de mayo de 2016, la OTAN puso en servicio el sistema estadounidense Aegis Ashore en la base rumana de Deveselu.
Esta base de interceptores es parte de la arquitectura de defensa frente a misiles balísticos que ya incluye cuatro buques destructores de EEUU emplazados en la base de Rota, sur de España, y un radar en Turquía, y en el futuro integrará también un puesto de radares y antimisiles en Redzikowo, Polonia.
Por su parte, Rusia emplazó misiles balísticos de corto alcance Iskander-M en la provincia rusa de Kaliningrado, enclave ubicado entre Polonia y Lituania.
Están montados en camiones y tienen un alcance de alrededor de 480 kilómetros, lo que les permite llegar a los tres países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) y buena parte del territorio de Polonia.
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El presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó en más de una ocasión que el país incrementa sus capacidades militares en respuesta a las amenazas cerca de sus fronteras.