Según informó a la prensa durante una presentación especial el secretario de Comercio de EEUU, Wilbur Ross, la investigación surge a consecuencia de las enormes presiones que según Washington ha enfrentado la industria estadounidense debido al juego deshonesto de las compañías extranjeras.
El titular estadounidense señaló que esto condujo al cierre de una serie de fábricas que se vieron obligadas a reducir sus producciones.
Ross señaló que esta investigación se debe a la necesidad de garantizar la seguridad nacional de EEUU.
El secretario de Comercio afirmó que esto podría conducir a "una reducción de los volúmenes de importación" de aluminio.