El 45 presidente de EEUU suscita emociones muy intensas en el público: un 75% aprueban o desaprueban "fuertemente" su trabajo, en comparación con el 17% que manifiestan una actitud menos categórica.
Casi la mitad, el 46%, declaran un fuerte rechazo a su gestión, frente al 29% que la aprueban del todo.
La única vez que las mediciones mostraron un grado de rechazo mayor fue al final del segundo mandato de George W. Bush, en diciembre de 2008, en medio de una profunda crisis financiera.
A diferencia de todos sus antecesores a partir de Ronald Reagan, que fueron capaces de atraer por lo menos un apoyo modesto del bando rival al principio de su mandato, Trump no recibe casi ninguno.
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Apenas el 8% de los demócratas y los independientes que se inclinan por el bando demócrata aprueban su trabajo, la calificación más baja que cualquier presidente nuevo recibe de la oposición en más de tres décadas.