Habitualmente, el mal tiempo suele reducir la participación del electorado en los estados clave del país norteamericano y, en varias ocasiones, ha ayudado a los republicanos a hacerse con la victoria en las elecciones presidenciales. A lo largo de la historia de las citas electorales ya se han producido algunos casos similares, informa la cadena estadounidense CNN.
En los comicios de 1960, Richard Nixon habría podido ganar a John Kennedy si el tiempo en varios estados clave del país norteamericano no se hubiera deteriorado. Del mismo modo, Al Gore podría haber acabado sentándose en el sillón presidencial en el año 2000 de no haber sido por las circunstancias meteorológicas, según el medio.
Conforme a los datos preliminares del centro de investigación Realclearpolitics, actualmente Trump lidera las votaciones en Iowa con un 44,3% de los votos frente a los 41,3% de Clinton. En Wisconsin, en cambio, Clinton se impone sobre Trump, con un 46,8% frente al 40,3%, mientras que Trump adelanta a su rival en Ohio con un 46,2% frente al 44,0%.