"Muchas de las bombas lanzadas nunca explotaron. A lo largo de estos años, miles de laosianos murieron o resultaron heridos: agricultores que labraban sus campos, niños que estaban jugando. Sus heridas, una pierna o un brazo que faltan, son para toda la vida. Es por ello por lo que he aumentado la financiación radicalmente, para eliminar estas bombas sin estallar", cita la CNN al mandatario estadounidense, que está de visita en Vientián.
Obama, quien se trasladó a Laos para participar en la cumbre de la ASEAN, recordó que "pueblos y valles enteros fueron arrasados" y "murió un sinnúmero de civiles".
"Ese conflicto es otro recordatorio de que la guerra, sea cual sea la causa o nuestras intenciones, impone un coste terrible, especialmente a hombres, mujeres y niños inocentes", subrayó el presidente.
Entre 1964 y 1973, aviones estadounidenses lanzaron más de dos millones de toneladas de bombas sobre Laos en un intento de cortar las ruta de suministros del Ejército vietnamita. Hasta la fecha, menos del 1% de estas municiones han sido retiradas, según la ONG estadounidense Legacies of War.
Según algunas estimaciones, EEUU concedió a Laos casi 100 millones de dólares en las dos últimas décadas para desactivar las bombas. Este martes, Obama reconoció por primera vez que Washington tiene la obligación de hacer más.
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