Los obreros quitan las capas superiores del suelo hasta un metro de profundidad y 60 metros de anchura para construir un oleoducto de 3 kilómetros. Según las autoridades de la tribu, esto afecta a los cementerios y otros objetos culturales históricamente importantes para los nativos norteamericanos.
Un representante de la policía local informa que cuatro empleados de la empresa de seguridad privada y dos perros rastreadores han resultado heridos después de que los manifestantes atacaran a los equipos de construcción.
Oil-Pipeline Protest Turns Violent in North Dakota — Wall Street Journal https://t.co/Gn0slVujeY pic.twitter.com/RaC2hIAvFo
— Business News (@Business247) 4 сентября 2016 г.
A su vez, un portavoz de la tribu declaró que treinta de ellos fueron atacados con gas lacrimógeno.
La tribu sioux, que vive en este territorio, teme que la construcción del oleoducto afecte los lugares sagrados y contamine el agua.