A pesar de que la previsión meteorológica indica que las lluvias ya no son tan virulentas en la zona, se teme que el temporal se dirija ahora hacia el medio oeste, según el Servicio Meteorológico Nacional.
Debido a las intensas lluvias que comenzaron el viernes, los niveles de los ríos en muchas áreas de Luisiana aumentaron hasta su desbordamiento, algo que no se había producido nunca.
Inicialmente, unas 10.000 personas fueron desalojadas de sus casas y reubicadas en refugios, dijo el gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, al medio The Louisiana Advertiser.
Edwards también informó que el presidente estadounidense, Barack Obama, le comunicó por teléfono que "la población del sur de Luisiana está en sus pensamientos y oraciones".
"Trabajaremos para reconstruir la situación y tendrán el apoyo del gobierno federal", añadió el mandatario, quien declaró el sur de Luisiana como zona de desastre.