"Estimamos que hemos perdido la información de 100.000 casos, que se remontan al 2004", comentó Ann Stefanek, la portavoz de la Fuerza Aérea, a The Hill. Además, agregó que de momento no existen sospechas de que haya sido un ataque informático.
La base de datos albergaba la información del Inspector General de la Fuerzas Aéreas de EEUU y de las divisiones de asuntos legislativos.
La base de datos contenía todos los registros relacionadas con las quejas, investigaciones de fraude y de abusos sexuales, además como las peticiones de libertad de información.
La compañía Lockheed Martin, que mantiene la base de datos de la entidad, no ha logrado recuperarlos. Parte de la información perdida podría estar almacenada en bases de datos locales, pero aún no existe garantía de que se conserve su integridad.