"Algunos tribunales estadounidenses están haciendo una parodia de la justicia y el derecho, después de haber condenado a la República Islámica de Irán en los últimos años al pago de una indemnización a las víctimas de actos terroristas llevados a cabo por ciudadanos conocidos de los aliados de EEUU", dijo.
El caso legal abierto en EEUU reúne a más de 1.300 demandantes que exigen compensación por dos bombardeos, en 1983, en Beirut, y en 1996 en Arabia Saudí.
EEUU busca apropiarse 2.000 millones en activos iraníes, particularmente, los fondos del banco Bank Markazi y el Banco Central de Irán (BCI), congelado a raíz de las sanciones estadounidenses.
Irán ha rechazado cualquier participación en los ataques y sentencias de EEUU.
El CBI apeló contra la decisión, trasladando el caso a la Corte Suprema, según los medios.