Prieto, nacido en el Salvador y que emigró a California con 15 años, agradeció a su familia y amigos por la ayuda recibida durante los largos años de apelaciones y juicios, y después pidió al verdugo que terminara "lo antes posible".
Apenas tres horas antes el acusado había visto desvanecerse su última oportunidad de posponer la ejecución, luego de que a media tarde del jueves el juez federal Henry E. Hudson diera vía libre al uso del polémico sedante pentobarbital en la triada de fármacos usados para acabar con su vida.
Prieto había sido condenado a muerte por el asesinato de Warren H. Fulton III y Rachael Raver, ambos de 22 años, en diciembre de 1988, y el asesinato de Yvette Woodruff, de 15 años, en 1990.
Tanto Raver como Woodruff fueron violadas por Prieto antes de morir, al igual que Veronica Tina Jefferson, de 24 años, a la que asesinó en mayo de 1988.
Gracias a diversas pruebas de balística y ADN Prieto fue posteriormente relacionado con el asesinato de otras cinco personas en los estados de California y Virginia, incluidos Manuel Sermeno, Tony Gianuzzy, Stacey Siegrist y Lula y Herbet Farley.
El asesino y violador en serie, que aterrorizó California y Virginia hace un cuarto de siglo, siempre rechazó dar su versión de los hechos.