"Este es otro ejemplo de la violencia por armas de fuego que se ha convertido en algo demasiado común en EEUU", ha dicho el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, para añadir que "aunque no existe una legislación que pueda acabar con toda la violencia que se registra en EEUU, existen medidas de sentido común que sólo puede aprobar Congreso, y que tendrían un impacto tangible".
Según Earnest, el Congreso podría limitar la permisividad de las leyes con las armas sin infringir la Constitución, que garantiza en su Segunda Enmienda el derecho de todo ciudadano a portar armas.
Se estima que en EEUU hay cerca de 270 millones de armas en manos de civiles, y que al menos 33.000 personas mueren cada año por heridas de bala, 90 al día.
Las palabras de Earnest son un eco de las que el presidente Obama pronunció el pasado mes de junio, durante el funeral por las víctimas de la masacre de la iglesia Emanuel, en Charleston (Carolina del Sur), cuando afirmó que "EEUU tiene que reconocer que este tipo de violencia no se da, y no con tanta frecuencia, en los otros países desarrollados".