“El sospechoso del tiroteo en la iglesia de Charleston confesó haber asesinado a nueve personas”, dijeron las fuentes citadas por la CNN.
Roof, de 21 años, declaró a los instructores que había planeado la matanza y pretendía desatar una guerra racial.
A su vez, Nikki Haley, gobernadora del estado de Carolina del Sur, donde ocurrió la tragedia, solicitó que Roof sea condenado a la pena capital.
“Es nuestro deseo absoluto que sea castigado con la pena de muerte”, dijo durante el espacio Today de la televisión NBC.
La funcionaria añadió que Roof es “un hombre lleno de odio” y son las autoridades del Estado y no las federales las que deben imputarlo.