Joyce Mitchell, de 51 años, facilitó la fuga de dos reclusos: Richard Matt, condenado a 25 de la cárcel por asesinar a un empresario, y David Sweat, sentenciado a cadena perpetua por matar a un policía.
Mitchell, casada y con un hijo, confesó a la policía que decidió sacar a ambos delincuentes de la prisión porque estaba enamorada de Matt, que llevaba meses seduciéndola.
La lavandera estaba "convencida de que había una relación amorosa entre los dos", pero se asustó en el último momento y se dirigió a un hospital, por agotamiento nervioso.
Los criminales lograron abrir huecos en los muros de acero y escapar de sus celdas por una tubería de alcantarillado.
Más de 450 policías llevan ya seis días tratando de encontrar a los criminales.