"No existe ninguna prueba que demuestre o que genere sospechas de que la presidenta tenga cualquier relación, intencionada o no, con los hechos", el ministro insistió en que la oposición está utilizando el caso para crear una "tercera vuelta electoral", en relación con el discurso por la moción de censura de Dilma Rousseff.
Además, el titular de Justicia señaló que el aumento del número de escándalos durante la gestión del Partido de los Trabajadores se debe a la mayor autonomía de la Policía Federal para realizar sus investigaciones que bajo el Gobierno del Partido Social Demócrata de Brasil (PSDB) finalizado en 2002.
"¿Cuantos escándalos ocurrieron en aquel periodo? Si se hubiese investigado como ahora seguramente se habría causado gran polémica", interpeló el ministro.
El ministro en una clara referencia al expresidente Cardozo y al PSDB que, según varios medios, podrían estar ocultando pruebas de su anterior gestión al frente de Petrobras dijo: "Creo que el tiempo coloca todo en su lugar".
"Según la prensa hay partidos de la oposición y algunos de sus líderes que estarían relacionados en este asunto; no sé si es verdad o mentira, creo que es preferible esperar a que se sepa", concluyó el ministro en lo que podría considerarse una sutil amenaza al partido de la oposición que, en los últimos meses, estaría explotando el mayor caso de corrupción.