El siniestro tuvo en la pequeña comunidad de Valhalla, a treinta kilómetros de distancia de Nueva York.
Entre los muertos se encuentran el conductor del coche y seis pasajeros del tren. Según los análisis preliminares, el todoterreno se detuvo en mitad de la vía y fue arrollado por el convoy, para a continuación inflamarse en una bola de fuego.
Tras los servicios de emergencia, que evacuaron a casi cuatrocientas personas y atendieron a más de una docena de heridos, acudió el gobernador del Estado de Nueva York, Andrew Cuomo, quien prometió una investigación exhaustiva.
Al menos seis muertos en un accidente de tren en los suburbios de Nueva York http://t.co/5lgyMHgLMe pic.twitter.com/vZiyiJ69Vr
— EL PAIS (@el_pais) febrero 4, 2015
Los heridos, algunos de extrema gravedad, fueron trasladados a distintos centros hospitalarios, mientras se ponía en marcha una inmensa operación para desalojar al resto de los pasajeros.
Las líneas de tren de cercanías de Nueva York, las de mayor tráfico del país, son operadas por la MTA (Metropolitan Transportation Authority), compañía pública de transportes que también está al cargo del metro y los autobuses de la ciudad de Nueva York. Tras su salida de la estación de Grand Central (existe otra línea, que comunica Penn Station con Long Island), recorren cientos de kilómetros junto a la margen del río Hudson, un paisaje agreste y hermoso en el que viven muchos de los profesionales que acuden cada mañana a trabajar a Manhattan.
El accidente redoblará la presión sobre una MTA muy criticada en los últimos tiempos. En diciembre de 2013 descarrilaron una locomotora y varios vagones, con el resultado de cuatro víctimas mortales. Siete meses antes, en mayo de 2013, chocaron dos trenes, dejando decenas de víctimas.