Bolivia descarta clases presenciales en inicio de gestión escolar 2021

LA PAZ (Sputnik) — El Gobierno boliviano descartó clases presenciales en el inicio del año escolar 2021, previsto para el 1 de febrero, anunciando en cambio clases a distancia mediante una combinación de servicios de internet, radio y televisión, como consecuencia de la pandemia de COVID-19.

"No vamos a desarrollar actividades de modo presencial o semipresencial en tanto y en cuanto haya el riesgo del contagio, la prevalencia de la enfermedad COVID-19 en las regiones", dijo el ministro de Educación, Adrián Quelca.

El anuncio siguió a un reporte del Ministerio de Salud que subió a más del 50% el porcentaje de municipios en las listas de riesgo alto y medio de explosión de contagios con el nuevo coronavirus, en el marco de un rebrote de la pandemia.

Antes de la declaración de Quenta, estaba previsto un inicio mixto de gestión escolar, con clases virtuales, presenciales y semipresenciales, según la gravedad de la crisis sanitaria en las regiones.

"El virus está circulando en la población y hay riesgo de que las personas se contagien", dijo Quelca, justificando la extensión, a todo el país, de la prohibición de clases presenciales o semipresenciales en los ciclos primario y secundario al menos en las primeras semanas.

El jefe de Educación aseguró que ya estaban listos los materiales de apoyo para las clases a distancia, que incluirán plataformas virtuales para las regiones con internet de alta velocidad.

En cambio, para las regiones sin suficiente infraestructura tecnológica se prepararon cartillas y otros documentos que serán repartidos en apoyo a programas educativos por radio y televisión.

Las clases regulares de 2020, que comenzaron también el primer día hábil de febrero como es tradicional, duraron solo seis semanas hasta que fueron suspendidas a causa de la pandemia.

Ante ello, los establecimientos privados, que atienden aproximadamente al diez por ciento de la población estudiantil, activaron rápidamente clases por internet, pero la educación resultó casi totalmente paralizada en provincias y zonas rurales en las que solo hay escuelas públicas.

En agosto, finalmente, el Gobierno transitorio de Jeanine Áñez decretó la clausura anticipada del año escolar que debía concluir entre noviembre y diciembre.