Las movilizaciones sociales que se sucedieron en Perú luego de la destitución del presidente Martín Vizcarra paulatinamente pasaron de centrarse en el rechazo a la vacancia al mandatario a incluir reivindicaciones más concretas sobre cómo salir de la interminable crisis política del país. Así fue que comenzó a aparecer en las convocatorias el reclamo por la redacción de una nueva Constitución que sustituya a la aprobada en 1993, en pleno Gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000).
Una de las figuras políticas que retomó este reclamo fue Verónika Mendoza, líder del partido político de izquierda Nuevo Perú y precandidata para las próximas elecciones del 11 de abril de 2021. En diálogo con Sputnik, la dirigente valoró la instalación de un Gobierno de transición a cargo de Francisco Sagasti del Partido Morado pero remarcó que la crisis política no acaba ahí.
La líder de Nuevo Perú destacó que, también a impulso de las protestas, haya podido construirse un Gobierno de transición integrado "por personas que no participaron de la vacancia y que no están procesadas por corrupción, que es lo que demanda el sentido común". De todos modos, hizo hincapié en que la administración de Sagasti debe tener una "agenda acotada" a atender los problemas sanitarios y económicos desatados por la pandemia de COVID-19 y garantizar "un proceso electoral limpio" de cara a los comicios del 11 de abril de 2021.
En ese contexto, Mendoza insistió con la necesidad de que las elecciones del 11 de abril incluyan una "segunda urna" en la que los peruanos decidan si quieren iniciar un proceso de reforma constitucional. La dirigente explicó que es necesaria una nueva Carta Magna porque "la crisis no empezó con la vacancia ni se resuelve con el Gobierno de transición".
"La crisis es mucho más profunda y se expresa en que todos los expresidentes elegidos en democracia están procesados, con prisión, fugados y otro suicidado", señaló.
Asimismo, consideró que la pandemia de COVID-19 demostró que "este Estado reducido a su mínima expresión dejó morir a miles de peruanos porque no pudo garantizar salud y no pudo garantizar educación a miles de niños".
"Ha quedado demostrado que estas reglas de juego ya no dan más", sentenció la líder de Nuevo Perú.
¿Cómo debe ser la nueva Constitución peruana?
Aún con coincidencias sobre la necesidad de una Constitución, Mendoza advirtió sobre el desafío de lograr que una nueva Carta Magna signifique un cambio real. "Tenemos que garantizar que sea un debate realmente ciudadano porque una nueva Constitución no va a salir de esta clase política que ha demostrado estar claramente de espaldas a la gente", apuntó.
Para la precandidata, el proceso de redacción tampoco puede quedar exclusivamente en manos de abogados constitucionalistas que provengan de la academia, sino que tiene que asegurarse la participación protagónica de "miles de jóvenes que han estado en las calles, organizaciones sociales, campesinas, de mujeres, estudiantes universitarios y pequeños empresarios".
"Todo el pueblo tiene que discutir sobre qué bases nuevas quiere refundar el país, construir un nuevo Estado y una nueva democracia al servicio de la gente y no como ahora, que está secuestrada por mafias lobistas y corruptos", enfatizó.
Para Mendoza, uno de los puntos centrales de la nueva Constitución debería ser la consolidación de un Estado "que pueda garantizar mínimamente la salud, la educación y un sistema de pensiones" para la población. También tendrían que aparecer en el nuevo texto disposiciones que permitan a Perú "recuperar la soberanía sobre nuestro territorio", así como "reconocer los derechos colectivos de los pueblos indígenas" y "constitucionalizar los derechos de la naturaleza y las políticas de mitigación del cambio climático".
La proximidad del año 2021 también sirve como un aliciente para este proceso ya que será el año de celebración de los 200 años de la independencia peruana, según ya había quedado establecido en una ley aprobada cuando el presidente peruano todavía era Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018). "Hay una serie de temas que deberán empezar a ser discutidos por los ciudadanos para decidir con qué nuevo pacto social quieren conmemorar el Bicentenario de nuestra independencia", dijo la dirigente.
Sin embargo, la precandidata aventuró que "por supuesto que este Congreso de mayoría mafiosa no lo va a proponer por iniciativa propia". Por eso, Mendoza afirmó que "una iniciativa de este tipo tiene que ser impulsada por la ciudadanía".
La dirigente tiene la expectativa de que la inclusión de una segunda urna en abril saldrá "del debate y del diálogo" a instancias del reclamo social. Esa presión también debería poner en la agenda la discusión sobre, en caso de que se acepte reforma la Constitución, qué tipo de proceso sería el indicado, con la convocatoria a una Asamblea Constituyente como una de las alternativas defendidas por Nuevo Perú.
