"El incumplimiento de varias medidas orientadas y la falta de disciplina de algunas personas e instituciones produjeron un rebrote (del COVID-19). Como consecuencia, tuvimos que regresar a la fase de transmisión autóctona limitada desde el 7 de agosto", explicó el jueves el gobernador de La Habana, Reinaldo García Zapata.
Entre las medidas anunciadas por las autoridades de la capital cubana está el cierre de los centros que no sean de producción continua o servicios priorizados, y sólo se mantendrán en sus tareas los trabajadores imprescindibles, dando prioridad al trabajo a distancia.
El funcionario dijo que se revaluarán los permisos de autorización (vía libre) a los vehículos estatales y se restringirá significativamente el movimiento de autos, motocicletas y otros medios de transporte particulares.
A su vez, se eliminará el traslado a otras provincias del país por motivos turísticos o vacacionales, y la entrada o salida de La Habana será altamente restringida.
Se eliminará por 15 días la salida de La Habana por motivos de trabajo a todos los organismos e instituciones.
El gobernador de La Habana está facultado para aplicar multas severas a quienes no usen mascarillas, a centros que no tengan o no exijan el uso de pasos podálicos, a quienes estén en áreas públicas, parques, zonas deportivas, centros culturales, y cometan otras indisciplinas.
Los índices de detección de personas contagiadas con el COVID-19 en La Habana se dispararon en la última semana de julio, y actualmente se trabaja para frenar la propagación del virus en varios focos localizados en diferentes zonas de la urbe cubana.
Hasta el miércoles, Cuba registraba 92 fallecidos y 3.759 casos positivos del nuevo coronavirus SARS-CoV-2.