Según esta encuesta, realizada los días 11 y 12 de agosto, el 37% de los brasileños considera su Gobierno "bueno u óptimo"; el 34% "malo o pésimo" y el 27% "regular".
La última vez que se hizo la misma encuesta, en los días 23 y 24 de junio, el porcentaje de quienes evaluaban positivamente el Gobierno era del 32%; el 44% lo veía como malo o pésimo y el 23% regular.
La encuesta también preguntó sobre la confianza que transmite el presidente y una mayoría dice no confiar "nunca" (el 41%), mientras que el 35% dijo que a veces y el 22%, siempre; en junio, esos porcentajes eran del 46%, 32% y 20% respectivamente.
Bolsonaro inspira más confianza entre los hombres, las personas de 35 a 44 años y quien recibe un sueldo de entre cinco y diez salarios mínimos.
Por recorte racial, el líder ultraderechista está mejor evaluado entre quien se declara blanco o amarillo (40% de aprobación), seguido de un 37% entre los pardos (mestizos) y un 25% entre los negros.
La mayoría de especialistas atribuyen el aumento de la popularidad de Bolsonaro a la ayuda de emergencia de 600 reales (111 dólares) que el Gobierno está entregando en los últimos meses a los trabajadores informales.
Las encuestas muestran que la base de apoyo empezó a oscilar ligeramente; el Gobierno pierde apoyo entre las clases altas y medias mientras avanza entre los más pobres y los habitantes del noreste del país, un histórico feudo del Partido de los Trabajadores (PT).
