Según informaciones de la policía recogidas por el portal de noticias G1, el hombre "salió del cementerio Morro da Liberdade con el cadáver a hombros", y algunos vecinos llamaron a los agentes "cuando le vieron bailando abrazado al cuerpo en el centro de la capital".
"Estaba completamente trastornado y todo el rato decía que quería hacerle un transplante porque la echaba mucho de menos; decía que le iba a donar todos sus órganos", afirmó el teniente Paulo Araújo.
Familiares del hombre informaron que sufre de trastornos mentales y que además de la abuela también quería "rescatar" a otros familiares.
El hombre tenía costumbre de acudir al cementerio para hablar con la mujer, que había fallecido en 2018 a los 61 años y que ya fue devuelta a su túmulo.
El hombre no contaba con antecedentes y si se confirma que tiene problemas psiquiátricos no podrá ser responsabilizado penalmente.