El juez Bruno Bodart, del Tribunal de Justicia de Río de Janeiro, acató la petición de la Fiscalía del estado y anuló algunos puntos del decreto, alegando el riesgo de "grave daño irreparable", dado que el "relajamiento inadecuado de las medidas de aislamiento social puede causar una aceleración del contagio por COVID-19 de difícil reversión", según consta en su decisión.
El juez remarcó que no ignora el "drama" que sufren los comerciantes y trabajadores, pero resaltó que "están en juego vidas humanas" y que ya fallecieron en el estado de Río casi 7.000 personas (6.781 según el último boletín oficial de la secretaría de Salud del estado de Río).
La decisión judicial valdrá "hasta que se presenta el análisis del impacto regulatorio", y en el caso de que se incumpla, el gobernador Wilson Witzel y el alcalde Marcelo Crivella deberán pagar una multa diaria de 50.000 reales (10.400 dólares) cada uno.
Río de Janeiro es el segundo estado más afectado por la pandemia en Brasil, tan sólo por detrás del vecino estado de Sao Paulo, que en los últimos días también empezó a relajar las medidas de aislamiento social; en total, Brasil suma casi 40.000 muertos por COVID-19 y casi 700.000 contagios.