"Procesos de 'impeachment' y comisiones parlamentarias de investigación tienen que ser pensados y reflexionados con mucho cuidado; creo que el papel de la Cámara de Diputados en este momento, en los próximos días es que volvamos a debatir de forma específica la cuestión del enfrentamiento al coronavirus", dijo en declaraciones a los medios, según recoge el portal de noticias G1.
Según la ley brasileña, el presidente de la Cámara de Diputados es quien tiene el poder de dar inicio al proceso de destitución del presidente, aceptado alguna de las peticiones de "impeachment" que ya fueron formalizadas; no hay un ningún plazo previsto, puede hacerlo en cualquier momento.
Una vez Maia diera la luz verde empezaría un largo proceso, que requiere la instalación de una comisión especial de evaluación y la aprobación por una amplia mayoría en la Cámara de Diputados, antes de que el Senado empezara formalmente el juicio político en sí.
De momento, entre partidos políticos, entidades y particulares, ya se presentaron 28 peticiones, y el 27 de abril anunció que hará lo propio el Movimiento Brasil Libre (MBL), un grupo de derecha neoliberal.
La presión por un "impeachment" de Bolsonaro creció en los últimos días después de que el exministro de Justicia y Seguridad Pública, Sérgio Moro, le acusara de intentar interferir en la Policía Federal, lo que podría considerarse delito.
El Tribunal Supremo Federal decidirá en las próximas horas o días si abre una investigación al respecto, mientras que los parlamentarios ya solicitaron a Moro que comparezca en el Congreso Nacional para aportar más informaciones.
