"Es un campamento de recolectores y clasificadores que trabajamos para la Central de Abastos, somos aproximadamente 200 personas, con niños y adultos mayores, que hemos vivido aquí durante 35 años", explicó a Sputnik una de las afectadas.
En un comunicado emitido por el Fideicomiso que gestiona la Central de Abastos se confirmó el fallecimiento de dos menores de edad como consecuencia del incendio de más de 3.000 metros cuadrados donde vivían decenas de familias de clasificadores de residuos y otros trabajadores informales.
Según información policial, el incendio se registró minutos antes de las dos de la madrugada del 7 de abril, en la salida del muro seis de la colonia Central de abastos. Un adolescente de 15 años fue trasladado al Hospital pediátrico de Xochimilco con quemaduras de segundo grado, así como otros dos hombres de 29 y 56 años. Dos mujeres de la tercera edad fueron atendidas por crisis nerviosas provocadas por el siniestro.
"Si durante la contingencia andábamos barriendo en la Central de Abastos sin nada, ¿por qué ahora la contingencia de salud es el problema? Esto es ilógico, en 20 días nadie vino a vernos, ni gel antibacterial teníamos", explicó la afectada. Señaló también que el asentamiento no contaba con conexión eléctrica o al agua potable, aunque todas estas familias participaran del ciclo de distribución principal de alimento en la capital mexicana.
Población desamparada
Los afectados es gente de muy escasos recursos que sobrevive de manera informal de la recolección y clasificación de residuos en el principal centro de distribución de frutas y verduras de la ciudad de México.
"Nos están diciendo que nos vayamos a un albergue pero nos van a dar atole con el dedo [expresión mexicana para ser engañado como un niño] ellos quieren sacarnos de aquí y ya no dejarnos regresar, pero en este lugar nosotros sacábamos a nuestros hijos adelante", expresó otra fuente afectada.
Lo que buscan estas personas es "un compromiso por escrito de la Jefa de Gobierno de Ciudad de México", para que no sean olvidados.
"Vamos a permanecer aquí como protesta. Ellos dicen que viene la enfermedad y pues, aquí nos morimos todos con el virus o con lo que sea, pero precisamos respuestas", explicó la primera consultada.
Al momento de la publicación de este reporte, el personal de Protección Civil había ingresado al sitio del incendio, algo que a las familias les fue vedado porque desde anoche su casa se convirtió en una "zona de investigación". Aunque los afectados se instalaron en un campamento precario en torno a la zona del siniestro, un hombre llamado Hugo que está coordinando la respuesta institucional les advirtió frente a la prensa que si no se retiran voluntariamente, lo harán con la fuerza pública porque allí "son un foco de infección del coronavirus".