"Hablábamos de un turbión epidemiológico, el turbión llegará en Montero, que se ha vuelto un lugar de riesgo", advirtió el secretario departamental de Salud de Santa Cruz, Oscar Urenda, al anunciar reuniones de emergencia con las autoridades de Montero, según reportó este 5 de abril la televisión estatal.
La alarma sobre la situación en Montero, a unos 800 kilómetros al este de La Paz, surgió horas después de que el Gobierno nacional informara que el 4 de abril se registraron 18 nuevos casos de COVID-19, la enfermedad respiratoria provocada por el nuevo coronavirus, que elevaron a 157 el total nacional, incluidos 10 fallecimientos.
Urenda dijo que la gobernación de Santa Cruz buscaba un acuerdo con el Gobierno municipal de Montero para imponer un aislamiento pleno de esa ciudad, que incluiría el corte del transporte terrestre y ferroviario aunque sin interrumpir el flujo de alimentos.
El aislamiento buscaría inicialmente que se cumpla la cuarentena impuesta en todo el país, añadió.
La ministra de Medio Ambiente, María Elva Pinker, delegada por la presidenta Jeanine Áñez para coordinación las acciones anti-coronavirus en Santa Cruz, dijo que la eventual explosión de contagios en Montero sería consecuencia de una indisciplina generalizada de autoridades locales y ciudadanos.
"No hubo la seriedad del caso en el acatamiento de la cuarentena, no la tomaron en serio y estas son las consecuencias", dijo Pinker a la televisión estatal.
Según la Organización Mundial de ls Salud, la fase de contagio comunitario con coronavirus es la más peligrosa de la pandemia porque supone que no se conoce el origen de la infección y por tanto no es posible rastrearla.